A través de mi visor, capturo momentos auténticos que surgen de manera espontánea en las bodas: risas, nervios, emoción, lágrimas, abrazos y mucha ilusión.
Y lo siento, después de más de una década de trabajo, tengo que decírtelo: estos momentos son imposibles de recrear en una pose forzada.
Los momentos inolvidables suceden cuando las emociones están a flor de piel y sois vosotros mismos, celebrando que os queréis por encima de todo.