Esto no va de posar, va de pasar un rato divertido, de conocernos, de conectar, de romper el hielo.
Bueno… aquí un poco sí que te haré posar jejeje, pero oye… ¡es una preboda, no una sesión de fotos para una revista de economía!
Será todo lo más natural posible y esto ayudará a que en el día de tu boda te sientas más cómoda con mi presencia, y eso es importante.
Y alguna foto chula saldrá.
Si te has quedado con ganas de más, ya sabes…
Si en la boda no hubo tiempo para todas las fotos que querías o prefieres un momento más relajado, la postboda es tu oportunidad.
Sin prisas, sin nervios, con esa luz dorada que tanto favorece, para conseguir esas fotos con las que tus amigas se mueren de envidia (pero de la sana, eh).
No hace falta decidirlo ahora, deja que pase la boda y si te quedas con ganas, siempre estarás a tiempo de poder hacer una postboda.