Mi finalidad no es simplemente hacer fotos. Quiero que cada imagen cuente algo de valor: una historia, una emoción, un instante irrepetible.
Pueden hablar de la belleza (quizá de la tuya), de la complicidad, del amor o de mil cosas más. Ese es el sentido de mi trabajo.
Las fotografías, al igual que las bodas, tienen su propio lenguaje y su manera de transmitir. Pueden hacerlo de forma natural, con un enfoque creativo o con un significado más profundo.