Soy consciente de que una boda es algo muy grande, con mucho estrés.
Lo veo a diario y sé que lo que menos te interesa es meterte en más problemas con las fotos. Así que mi trabajo es, precisamente, evitarte eso. Te voy a hacer las mejores fotos que puedes imaginar, sí, y lo haré casi sin que pienses en ello.
He visto parejas cuyo recuerdo fue estar siempre pendiente del fotógrafo; que si estaba donde tocaba, que si sabía los planes, que si había entendido todo… una preocupación tras otra… algo que nunca debe ocurrir pero que ocurre.
Conmigo podrás eliminar todo eso de la gran lista de cosas estresantes de una boda.
Mi trabajo es exactamente lo que mis clientes quieren cuando me contratan; me cuentan el plan, me hacen entender cómo será todo y yo ya me encargo de cubrirlo y entregarlo en forma de fotos.
No unas fotos, sino vuestras fotos… esas que os pongan los pelos de punta, que os hagan palpitar con fuerza… las que se salen del guión y las que tienen que estar siempre.