Conoceremos tu historia, a tu familia, a tu gente, para que tus fotos no sean solo fotos, sino que hablen de ti.
Desde el momento en que me contrates, tendremos reuniones para resolver dudas y acompañarte en todo el proceso. No solo en temas de fotografía, sino también con aspectos como las horas de luz o la organización del día. Además, estaremos en contacto con los demás proveedores para que todo encaje y tú solo tengas que disfrutar.
Estaremos a tu lado durante todo el día de la boda. Y eso te va a dar mucha tranquilidad. No notarás nuestra presencia; no forzaremos ni interrumpiremos nada. Dejaremos que todo fluya.
No tendrás que preocuparte por nada; solo tendrás que disfrutar, porque eso es lo más importante en un día así.
Sesión preboda
La sesión preboda no es para posar como modelos, es para pasarlo bien, soltarse y que nos conozcamos mejor antes del gran día.
Es el momento perfecto para romper el hielo con la cámara y empezar a sentirte tú misma delante del objetivo.
Haremos que la naturalidad salga sola, y aunque nunca hayas posado, te verás como una novia segura y feliz.
Te guiaré sin agobios, con pequeñas indicaciones para que todo fluya, y así, el día de la boda, la cámara no te impondrá nada.
Además, algunas fotos chulas seguro que salen.
Sesión postboda
Si te has quedado con ganas de más… ya sabes: tenemos la sesión de postboda.
Ideal si el día de la boda no tuvimos tiempo para hacer fotos de pareja, o simplemente preferiste disfrutar al máximo sin parar ni un minuto.
No hace falta decidirlo ahora. Vive tu boda y, si después te apetece revivir ese día desde otra perspectiva, aquí estaré para hacerlo posible.
